lunes, enero 19, 2009

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El egoísmo como paradigma de nuestra era. Como espejo de una sociedad casi en proceso de descomposición nos representa inagotablemente.
Amamos sin saber que es amar y nos convertimos en depredadores, paso a paso, de aquello que decimos es objeto de ese amar.
Un nuevo lenguaje, ciego sordo y mudo, ha nacido en medio nuestro: el deseo devorador de la obtención de placer, por el propio placer en si mismo, a cualquier precio.